El poema ``A orillas del Duero´´ escrito por Antonio Machado pertenece a su gran obra Campos De Castilla publicada en 1912 y ampliada en 1917. En este poema, Antonio Machado describe el paisaje de Castilla, desierta, miserable, sin trabajar. Pertenece al movimiento literario de la Generación del 98 y es una muestra perfecta de las características de este movimiento por el tratamiento del tema de España y la sencillez de su lenguaje.
El tema de este poema es la actitud de Antonio Machado ante la situación del paisaje castellano. Antonio Machado describe el paisaje que está viendo. Un día soleado, un buitre volando, un monte alto a lo lejos, gente en el horizonte y las aguas del Duero. Al indicarnos que observa el Duero de cerca, nos indica que se encuentra en Castilla, y a partir de ahí, muestra su sentir ante la desértica tierra. Luego, compara lo que ve en ese momento con la gloria pasad de Castilla. Además del tema de España, también se aprecia el paso del tiempo, presente por medio de los símbolos habituales de Machado como el “río”, la “mar” o la tarde, para dar una idea de final de la vida y, en este caso, el ocaso de Castilla.
La métrica de este poema es de arte mayor y su rima es consonante. Son versos alejandrinos, típicos del Modernismo. Su estructura es la siguiente: AABBCCDD…, por tanto, se distribuye en pareados a lo largo de todo el poema.
Los recursos estilísticos más destacados que aparecen en este poema son las interrogaciones retoricas, las cuales utiliza porque el poeta esta indignado ante la situación de Castilla: “¿Espera duerme o sueña?” o “¿La sangre derramada recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?” encontramos varias personificaciones como en “Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia lo que ignora”, “el Duero cruza el corazón de roble de Iberia y de Castilla”. La primera es una personificación porque castilla no puede despreciar ya que es una ciudad no una persona, y la segunda es otra porque castilla e Iberia no tienen corazón, corazón solo tienen las personas y los animales. Este es el recurso que más abunda en el poema porque se le atribuye a Castilla las cualidades de sus ciudadanos, convirtiéndose éste a en símbolo de España. También aparece el símil en
del paisaje con “harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra”.
Se ven reflejados en el poema muchos de los símbolos con los que Machado representa lo que es el paso de tiempo como son “largos ríos” que representan el recorrer de la vida, el “mar” que representa la muerte. Aparece también el símbolo de la “tarde” en “el sol va declinando”, que en Machado y en la mayoría de la tradición literaria hace referencia al final del la vida. El símbolo del camino aparece de manera explícita en “camino blanco” en el penúltimo verso, aunque previamente, en los primeros versos ya se intuye que Machado va caminando por los caminos de Soria. Este símbolo hace referencia al recorrido que hay que hacer en la vida y no es casualidad que en este poema sea “blanco”, porque quiere reflejar la incertidumbre de lo que le pasará a España.
Machado en este poema posee una visión crítica porque usa a Castilla como símbolo de España para criticar la sociedad de España en su época aunque por otro lado usa una visión intimista para proyectar sus sentimientos sobre lo que sucede a su alrededor en ese momento.
En cuanto a los recursos de repetición, aparece una anáfora en los versos 16-17, porque sigue describiendo el paisaje. Por otro lado también encontramos un paralelismo en los versos cuarenta y uno y cuarenta y dos se repite la misa estructura sintáctica o más bien el mismo verso que en los versos sesenta y siete y sesenta y ocho “castilla miserable ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora”, así que también se trata de una repetición, que viene dada porque resume la tesis de Machado sobre Castilla.
Este poema presenta escasez de recursos estilísticos ya que pertenece a la Generación del 98, y la escasez de recursos es una de sus características.
En cuanto a los recursos morfosintácticos, podemos destacar la mezcla de objetividad y subjetividad que presenta el poema. El uso de la 1º persona y la presencia de adjetivos explicativos aportan subjetividad al poema, mientras que el modo indicativo y la abundancia de adjetivos especificativos aportan objetividad, junto con el uso de los tiempos verbales en presente y pasado, así como la utilización de la tercera persona descriptiva en el resto del poema. El ritmo es lento ya que predominan los sustantivos y los adjetivos, estos últimos mas concretamente con valor descriptivo, ya que está definiendo lo que observa.
El léxico que utiliza el poeta es un léxico popular, ya que se entiende con facilidad a excepción de algunas palabras, que son más complicadas de entender. Se puede observar el gusto por la recuperación de las palabras tradicionales (hollando, andrajos, tañido) debido a la influencia de la corriente literaria a la que pertenece Antonio Machado. El poeta usa campos semánticos que tienen que ver con España y con el paisaje, precisamente porque el poema trata estos dos aspectos. El campo del paisaje se puede relacionar con algunos grupos de palabras como la naturaleza y los animales. En el poema aparecen palabras tales como ``hierbas´´, ``campos´´, ``cielo´´, ``monte´´, ``río´´, ``robles´´, ``encinas´´ y ``caminos´´ que forman parte de los términos que existen en la naturaleza. Por otro lado, las palabras relacionadas con los animales son: ``comadrejas´´, ``buitre´´, ``cuervo´´ y ``leones´´. El otro campo semántico que aparece es el de España, en el que ``Soria´´, ``Duero´´, ``Castilla´´, ``Iberia´´, ``ciudades´´ y ``pueblos´´ forman parte de este campo semántico.
En el poema aparecen algunas palabras con valor connotativo, como por ejemplo ``tierra´´ en el verso 36, ya que se no se refiere a un puñado de tierra, si no que se refiere a Castilla. Otra palabra que aparece con valor connotativo es ``coronadas´´, ya que no se refiere a que le hallan puesto una corona, sino que están llenas de robles y encinas. Una corona se pone sobre la cabeza, los robles y las encinas están sobre la colina. Este valor connotativo también se aprecia en las personificaciones y símbolos antes expuestos. Sin embargo, la mayoría del lenguaje es denotativo porque las palabras significan literalmente.